Las personas mayores necesitan beber aunque no tengan sed

Al envejecer, disminuye la proporción de agua en el organismo, por eso, en los mayores el agua representa tan solo el 60 por ciento en los hombres y el 50 por ciento en las mujeres, frente al 80 por ciento en la edad infantil y juvenil.

Además, las personas mayores tienden a beber de forma insuficiente al sentir menos sed, lo que junto con la presencia de ciertas enfermedades, el consumo de fármacos y las condiciones climáticas adversas, pueden contribuir a su deshidratación. Por todo ello, este grupo poblacional es especialmente sensible frente a la deshidratación, causa frecuente de numerosas hospitalizaciones.

Desde el Instituto de Investigación Agua y Salud, recomiendan la ingesta de agua mineral natural para mantener una correcta hidratación. De esta manera, y gracias a sus propiedades naturales, podrán mantener también la función renal o evitar el estreñimiento, La ingesta de agua debe realizarse de forma gradual a lo largo del día.

Al menos un vaso de agua en cada una de las comidas (desayuno, comida, merienda y cena), para favorecer la ingestión de sólidos, y otros cuatro vasos repartidos en el resto de la jornada.