La importancia de incluir antioxidantes en la dieta diaria de las personas mayores

Dado que se trata de moléculas que contribuyen a retardar la oxidación de otras moléculas, los antioxidantes ayudan a prevenir el desarrollo del cáncer, del envejecimiento por acumulación de radicales libres y de las enfermedades cardiovasculares y degenerativas, como el alzhéimer, por lo que debemos incluir en nuestras pautas alimenticias productos que tengan esta propiedad y a ser posible ingerir alguno/s de ellos diariamente, especialmente las personas mayores.

Los alimentos que tienen mayor capacidad antioxidante destacan por ser ricos en determinados minerales y vitaminas, como es el caso de las verduras, las frutas, las legumbres, las hortalizas y los cereales integrales. Concretamente, es recomendable incorporar a nuestra dieta los que son abundantes en:

Betacaroteno: verduras de colores verde, rojo o anaranjado-amarillento, como brócoli, espinaca, tomate, zanahoria, calabaza y berro.

Cobre : hígado, marisco, vegetales verdes.

Magnesio (que cumple la función de antiestrés natural): almendras, avellanas, cacahuetes, germen de trigo, pepitas de girasol o soja.

Selenio: carnes, pescados, mariscos, huevos, frutas y verduras.

Zinc: ajo, arroz, carnes, cebolla, cereales completos, ciertos pescados, copos de avena, huevos, judías, legumbres, perejil, setas, vísceras…

Vitamina C: cítricos, col, fresas, kiwi, mango, melón, pimientos, piña, repollo, tomate, etc.

Vitamina E: frutos secos, germen de cereales o vegetales de hoja verde.