Música, ¿medicina para las personas mayores?

La última Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable, publicada por la Universidad de Michigan, uno de los centros de formación superior más reconocidos de Estados Unidos, pone de manifiesto que un aplastante porcentaje de personas de edad comprendida entre los 50 y los 80 años percibe que la música aporta algún tipo de beneficio a su salud. En concreto, un 98% de los participantes en el estudio respaldó esta afirmación.

La amplia mayoría de personas mayores entiende que la música, además de ser una manifestación artística y una inagotable fuente de entretenimiento, favorece su bienestar tanto en el aspecto físico como en el mental, por lo que desde cierto punto de vista puede considerarse una medicina. De hecho es una evidencia que la importancia de la música en los tratamientos médicos se ha incrementado considerablemente en los últimos años, pues ha demostrado su eficacia para, entre otras cosas, hacer frente a la depresión y el dolor, así como para favorecer la recuperación en pacientes que han sufrido un derrame cerebral, potenciar la memoria o contribuir a la mejora de la presión arterial.

Además, todo apunta a que cualquiera de las actividades asociadas a ella producen efectos muy positivos en este segmento de población, desde las opciones más generalizadas, como asistir a conciertos, ver actuaciones musicales en televisión, escuchar interpretaciones por radio, bailar, cantar o escuchar música en privado, hasta las más ‘especializadas’, como componer o tocar un instrumento, prácticas que aportan un plus de beneficio para el cerebro.

La música afín a los gustos personales libera en el organismo dopamina, sustancia tradicionalmente asociada al placer, por lo que escucharla proporciona satisfacción a los oyentes. Si añadimos el canto se liberarán también endorfinas y oxitocina, las conocidas como hormonas de la felicidad, lo que sin duda mejorará la salud emocional del individuo.

Principales beneficios de la música para la salud de los mayores

Entre las ventajas aportadas por esta bella arte, más de la mitad de los encuestados citaron el alivio del estrés y la relajación (mencionada por un 75% de los mismos), la alegría (73%), la mejoría en la actitud y el estado de ánimo (65%), que ayuda a mantener una buena salud mental, la evocación de recuerdos de diferentes hitos vitales (61%) y la energía y motivación (60%).

Otros aspectos destacados, aunque en menor medida, por los participantes fueron que promueve una conexión espiritual o religiosa (36%), que ayuda a preservar la agudeza mental (31%), que facilita la conexión con los demás (27%) y que reduce sensiblemente el dolor (7%).

Música, recuerdos y memoria

La música es ese inseparable compañero de viaje que nos acompaña a lo largo de toda nuestra existencia y que siempre está presente en los acontecimientos que marcan nuestro desarrollo como seres humanos, por lo que se convierte en una gran aliada de la memoria, aspecto que va ganando importancia a medida que envejecemos. Porque, ¿quién de nosotros no podría conformar una banda sonora integrada por canciones que nos hagan recordar los momentos más felices o a las personas que más hemos querido?

En resumidas cuentas, es uno de los grandes placeres de la vida, que, por si fuera poco, nos ofrece indudables beneficios en las últimas etapas de la misma. No renunciemos nunca a su disfrute.