Personas mayores y nuevas tecnologías: beneficios y dificultades

Las nuevas tecnologías (TIC´s), cuya implantación es ya una realidad en la sociedad del siglo XXI, representan un importante reto para las personas mayores de 65 años, segmento poblacional cada vez más amplio debido al aumento de la esperanza media de vida y que cada vez llega a las últimas etapas de su existencia en mejores condiciones físicas e intelectuales.

Aunque muchas de ellas no son conscientes de la utilidad de algunos dispositivos, desconocen cómo pueden mejorar su nivel de bienestar y su esfuerzo para habituarse y normalizar su uso deberá ser mayor que el del resto de la sociedad, es conveniente que intenten adaptarse al ritmo al cual avanza actualmente la tecnología, para lo cual deberá estar mucho más visible en sus vidas, lo que les permitirá beneficiarse, entre otras, de las siguientes ventajas:

• Afrontar nuevos objetivos y retos, lo que sin duda representa un gran aliciente para ellos y contribuirá en gran medida a mejorar su calidad de vida.
• Potenciar su capacidad de establecer relaciones, comunicarse e informarse, pues siempre es útil poder enviar o recibir correos electrónicos, tratar con diferentes personas en las redes sociales y estar permanentemente informados ya que pueden tener acceso a contenidos relacionados con el envejecimiento, las personas mayores y la salud en general.
• Gozar de mayor autonomía, pues pueden hacerse de manera prácticamente inmediata con información sobre recursos que pueden ser muy útiles y aportarles un importante apoyo en sus quehaceres diarios.
• Minimizar el aislamiento que afecta a muchas personas mayores al mantenerse más activos.

Dificultades para los mayores a la hora de enfrentarse al uso de nuevas tecnologías

No obstante, en numerosas ocasiones surgen impedimentos que dificultan el aprovechamiento de las nuevas tecnologías por parte de la tercera edad, problema que puede derivar en un cierto distanciamiento social. Entre otras cuestiones, pueden citarse:

• La complejidad en su uso, que puede representar un serio obstáculo.
• La falta de voluntad, pues un considerable porcentaje de personas ni siquiera intentan aprender a utilizarlas, la mayor parte de ellas por el temor a cometer una equivocación irreversible; como, por ejemplo, pulsar una tecla inadecuada, perder la información o incluso borrar el contenido de un disco duro, lo que, dependiendo del caso, puede representar un problema de cierta gravedad.
• La mala situación económica, pues determinados dispositivos suponen aún un alto coste que muchas personas de este colectivo no pueden asumir.

Nuevas tecnologías y su aplicación en el tratamiento de demencias seniles

El factor común de los diferentes modelos de intervención para tratar las demencias en los últimos años es la búsqueda de un mismo objetivo: prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento para mejorar la calidad de vida y disminuir la posible dependencia.

Los diferentes programas que se están desarrollando en este sentido, con el fin de favorecer y optimizar diversos procesos cognitivos, se apoyan en gran medida en campos del conocimiento propios de las nuevas tecnologías, que ofrecen un gran abanico de posibilidades y pueden llegar a ser muy útiles en la implementación de tratamientos eficaces. De hecho, cada vez es más habitual que especialistas médicos y familiares los utilicen con pacientes que sufren deterioro cognitivo.

La carencia de actividad intelectual explica en gran medida la disminución de la capacidad de aprendizaje en la vejez, y por esta razón conviene insistir en que es esencial aprender nuevos retos, realizar actividad física de manera regular y entrenamiento cognitivo continuo, tener una alimentación sana, salir con los amigos y/o familiares, viajar y, en definitiva, estar todo lo activo que sea posible. Eso sí, es preciso dejar claro que todas estas recomendaciones, sin excepción, deben desarrollarse bajo los protocolos de seguridad e higiene marcados por las autoridades sanitarias en cada momento.